Europa y los refugiados

Los conflictos existentes en Oriente Próximo y en África, están provocando la mayor migración humana desde la segunda guerra mundial. En realidad la situación que vivimos en este momento es una guerra mundial de nuevo cuño, en la que países occidentales y grandes potencias, mantienen conflictos en terceros países para mantener la industria de armamento activa y controlar los recursos naturales (petróleo, diamantes, minerales....), y así mantener su nivel de vida.

 

Según el informe de ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) a finales del 2014 había 59,5 millones de personas desplazadas forzadamente de sus hogares, de los cuales 38,2 millones eran desplazados internos en sus propios países y 19,5 millones de refugiados. Siria es el país que en los últimos años ha generado el mayor número de desplazados internos (7,6 millones) y refugiados (3,88 millones a finales de 2014). Afganistán  y Somalia son los países que siguen a Siria en las estadísticas de países emisores de refugiados, con 2,59 millones 1,1 millones respectivamente. Es importante resaltar que el 86% de estos refugiados son acogidos por países en vías de desarrollo, la mayoría en zonas limítrofes a los conflictos que los provoca, estos países acogen  a 12,4 millones de personas, el valor más elevado desde hace más de dos decenios.

 

La respuesta europea a esta crisis migratoria es ante todo hipócrita. Mientras llegan miles de personas diariamente a sus fronteras exteriores, los altos mandatarios se reúnen en múltiples foros sin dar soluciones al problema humanitario, siendo la respuesta el fortalecimiento de sus fronteras exteriores y ofrecer dinero a terceros países como Turquía para que los campos de refugiados se instalen en sus territorios. En lo que va de año ya han muerto más de 3.000 personas en el mediterráneo intentando entrar en la fortaleza que es Europa, la mayoría de ellos provenientes del Oriente Próximo y Africa.. 

 

La realidad es que Europa no tiene intención de dar respuesta a la actual crisis migratoria, le interesa la llegada lenta y seleccionada de personas. Se estima que Europa precisará en los próximos 50 años la incorporación de 50 millones de trabajadores provenientes de fuera de su territorio para mantener el crecimiento económico.  La respuesta de los mandatarios europeos de los últimos meses fue forzada únicamente por la presión mediática y ciudadana, no por una real voluntad política. Mientras llegan alrededor de 1.000 personas al día a una pequeña isla griega, España se compromete a aceptar 18.000 refugiados en los próximos 2 años, en pequeños grupos de 50 personas. 

 

No hay más que decir. La Europa que estamos construyendo nos da vergüenza. Una vez más gritamos que queremos otra Europa, una Europa que mire por las personas.